miércoles, 25 de agosto de 2010

El yo

Retomo la escritura, a veces en determinados momentos de la vida, escribir es la única forma de no volverse loco. De no interiorizar los pensamientos, de desahogarse y de que los ideales no caigan en un saco roto, que aunque sea una diezmillonésima parte de todo esto, que al menos a alguien le sirva para algo.
Supongo que al final, todas estas divagaciones sean fruto del estado mental de una circunstacia o situación especial. He llegado a un sentimiento de bipolaridad, por una parte pienso la depreciación de las cosas importantes como la amistad, los pincipios, la solidaridad, de valores y del ser humano en general. Y por otro pienso que debemos vivir disfrutando de cada momento, porque vida solo tenemos una. Pero mi bipolaridad aparece cuando no se hasta que punto una no solapa a la otra, es decir es posible ser una persona con valores y principios, y vivir al límite, el carpe diem? Realmente es lo que intento descubrir, anteriormente me había sentido enjaulada teniendo que cumplir con un determinado rol como amiga, hija, novia.. pero ahora mismo pienso que si las personas que te rodean no lo impiden, es más que junto a ellos se puede vivir eso que buscas sin olvidar nuestra responsabilidad para con los demás, esos barrotes son mentales. Nuestro peor enemigo es el yo, y lo vemos con el tiempo, nosotros somos la barrera, el muro, la ceguera...
Pero también observo sobre todo en la juventud, que vivir al límite prima sobre cualquier cosa, sobre un valor, sobre un amigo, son seres competitivos que no dudarán en pisarte si estás en su camino. Evidentemente no hablo de todo el mundo, pero si de una gran mayoría. Y mi deseo es ver a estas personas dentro de 5 o 10 años y ver como son, en que se han convertido, que es lo que harán con su vida.
En definitiva, no solo tenemos que luchar contra el resto si no que deberíamos intentar apaciguar el yo, ese que nos ata y nos maltrata...ese que no nos permite disfrutar pero no debemos olvidar nunca a quien tenemos al lado, dejar los impulsos de lado y dejarse querer, no dejeis que el YO os lo impida. Corto y cambio hasta la próxima.
Hasta hoy la reflexión de mi día